Viaje a los Balcanes
El día 19 cogimos el avión con destino a Budapest, para luego allí coger un bus rumbo a Belgrado. El día siguiente, miércoles, lo teníamos libre, así que aprovechamos para empezar a conocer Belgrado. Lo primero de lo que te das cuenta al salir a la calle es que el aire casi se puede masticar de la contaminación que hay. Y el contraste es mayor viniendo de Estocolmo… A destacar del primer día, la cena en un restaurante de comida Serbia.
Esperando...
... a que las chicas hagan sus compritas
Mis compañeras de viaje. Por si no lo he dicho, viajaba yo sólo con 10 chicas :P
Atardecer en Belgrado
El jueves, nos tocó pringar un poco. Pero bueno, se supone que a eso íbamos. Estuvimos 5 horas en clase desde pronto por la mañana. En principio por la tarde teníamos que volver, pero ese día había manifestación contra la independencia de Kosovo, y pasaba por delante de la uni, así que los profesores dijeron que si no podíamos volver tampoco pasaba nada. Así que nosotros aprovechamos para acercarnos a la manifestación y ver un poco como estaba eso. Empezó tranquilamente, pero como en todas las manifestaciones, siempre hay gente con ganas de montarla, y terminó bastante mal, con los antidisturbios en las calles, las embajadas destrozadas, unas cuantas tiendas desvalijadas…
Así quedó la caseta de la embajada turca. Estaba justo delante de nuestro hostal.
El viernes tuvimos charla por la mañana, y luego toda la tarde libre, que dedicamos a ver Nuevo Belgrado.
El sábado nos fuimos de visita a dos poblados gitanos (se supone que esto era el objetivo del viaje). La verdad es que es bastante impactante ver como vive la gente ahí. Pero bueno, no iban a ser los peores… Por la noche los profesores habían reservado sitio para cenar en un barco, transformado en restaurante gitano. Menudo sitio… Lo bueno es que yo estuve sentado con un serbio que me estuvo contando un poco todo lo que pasa y había pasado en Belgrado. Los profesores terminaron bailando y tirando de nosotros para que bailasemos también. ¡Vaya espectáculo!
Hay IKEAs dónde menos te lo esperas...
Foto de Grupo
El lunes salimos con dirección a Skopje (Macedonia), con una hora de retraso para variar. De camino, paramos en Kraljevo, para ver otro poblado gitano. Después de eso retomamos la ruta hacia Skopje, y antes de llegar paramos en un restaurante de carretera dónde nos tenían preparada la cena para todos. Imaginaros la escena, debíamos ser unos cincuenta, todos en una única mesa, que parecía una pista de aterrizaje. El apogeo de la cena llegó cuando los italianos, embriagados por la cena, o más bien por el vino y algún que otro licor… decidieron que era momento de empezar a hacer la ola de un lado a otro de la mesa como si de un estadio de fútbol se tratase. Por suerte, después de esto, aún les quedaban energías suficientes para amenizarnos las 3 horas de viaje que quedaban hasta Skopje con una música taladrante excesivamente alta y unos bailes por el pasillo del bus, que vamos, ni Joaquín Cortés… No merecía la pena esforzarse por intentar descansar o dormir un rato, no había manera. Llegamos tarde al albergue de Skopje.
La mañana del martes, Ana, Andrea, Maite y yo, decidimos separarnos del grupo, para hacer un poco de turismo por nuestra cuenta en vez de visitar otro poblado más. Fuimos a un lago que no estaba muy lejos de la ciudad, por fin pudimos respirar un poco de aire fresco. Pasamos ahí el día, y por la noche volvimos a Skopje y nos dio tiempo a visitar el Bazar.
El miercoles volvimos a hacer planes independientes: el grupo viajaba a Belgrado a las tres de la tarde, pero nosotros decidimos irnos al sur de Macedonia. Cogimos el bus a las 8 de la mañana (casi lo perdemos, todo hay que decirlo…) A las doce estábamos en Ohrid, un pueblecito con un lago inmenso y unos cuantos monasterios. Mereció la pena el viaje hasta allí. Por la tarde volvimos a Skopje para coger el tren nocturno de vuelta a Belgrado.
Llegamos a Belgrado a las siete de la mañana, con tres horas de retraso, después de no haber dormido mucho. Creo que nunca me acostumbraré a dormir en un tren (calor, ruido, revisores, policías…) Por la mañana cogimos un taxi para volver al albergue, y el taxista intentó timarnos, pero le pagamos lo que pensamos que debíamos pagar y casi nos pega… (a destacar… el taxi no tenía freno de mano, así que cada vez que el taxista se tenía que bajar, lo tenía que hacer con el coche en movimiento, y parar el coche como podía). Después de una ducha rápida, nos fuimos a otro poblado gitano. Este estaba en el centro de Belgrado, y fue el peor de todos los que vimos. Todas las casa hechas con trozos de cartón, planchas de madera, bolsas de plástico. Montones de niños jugando descalzos en medio de cantidades enormes de basura, de hierros oxidados, de algún que otro animal muerto, y sin nadie vigilando, puesto que los padres están fuera durante el día. La verdad es que no pudimos aguantar mas de media hora ahí dentro. Comimos en el centro y volvimos pronto a casa.
El viernes tuvimos workshop para compartir con todos los del grupo nuestras experiencias y sensaciones. Comimos de nuevo en un restaurante serbio (había que aprovechar, que era todo muy barato…) y por la tarde un rato más de uni, y luego de vuelta al albergue. Había que descansar porque al día siguiente nos esperaba un largo viaje de vuelta.
Se ve que estamos muy atentos en clase eh...
Llegamos ayer, después de catorce largas horas de viaje, destrozados, pero había que sacar fuerzas, porque era la fiesta de despedida de Laia. Aguantamos lo que pudimos, y esta mañana desayunamos con ella y nos despedimos. Se nos va una gran persona, una grandísima amiga. Te vamos a echar mucho de menos por Sundby. Pero bueno, pronto nos volveremos a ver =)
Foto de grupo con las camisetas hechas para la ocasión.
¡Hasta pronto Laieta!
3 comentarios:
un gran viaje, gracias a vosotros tres... el "spanish team", nos guste o no!
lo dicho, que me han encantado estos días con vosotros, gracias por hacer este viaje especial :)
y otro besazo enorme para laieta, que te vamos a echar mucho en falta, pero sé que esto es sólo un hasta luego... muaaa!
Como decimos en catalán...
"no és un adéu per sempre, és sols l'adéu per un instant..."
Así que tranquilos, que no os libraréis tan rápido de mí!
Y lo he dicho mil veces... pero lo repito, gracias por los mil momentos vividos, absolutamente todos!!!
"Un petonàs ben fort"
Laieta
Ah! ¿Te he dicho que me encanta esta canción?
;-p
Otro beso des de Vilafranca!!!
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